miércoles, 17 de febrero de 2010

Lecturas necesarias

El viejo árbol cayó, derrumbado por sus muchos años y por una tormenta contra la que luchó como pudo.
Nadie lloró su muerte.
Nadie se apiadó de sus marchitas raíces, que habían sostenido la gallardía del que ahora yacía sobre la calle.
Nadie recordó su bienhechora sombra en los días de intenso calor.
Nadie le reconoció haber servido de hogar a miles de pajaritos, que en él construyeron sus nidos.
Nadie alabó los armoniosos laberintos de sus ramas, los verdes intensos de sus hojas,la suave cadencia de sus brisas, cuando era un árbol frondoso, erguido, bello.
Nadie pensó nunca que acaso habría presentido la finitud de su vida, mientras lo marchitaban bichos y el tiempo carcomía su organismo y vaciaban su corazón.
Nadie consoló sus sufrimientos, cuando al viejo árbol los pajaritos le contaban las torturas de sus hermanos exterminados impiadosamente muertos a hachasos.
El viejo árbol yace sobre la calle, sin responsos, sin palabras piadosas, sin honras a lo mucho y bueno que hizo.
Algún pajarito lo despedirá con el canto que sólo conocen los pajaritos y cantan cuando muere un árbol.

Cora Cané

jueves, 28 de enero de 2010


Miro hacia arriba

Mirar las estrellas. Miedo y tranquilidad. Cuando miro el cielo de noche, panza arriba y con las manos detrás de la nuca, siempre pienso la misma cosa…
El cielo oscuro, las estrellas, la luna, nos cautivan profundamente. Lo mismo sucede con el fuego, con el mar, los horizontes. Esa especie de hipnosis que sentimos al apreciar cualquiera de esas maravillas se remonta a siglos de historia. En nosotros se encuentra la evolución del ser humano, eso implica que abarcamos todas las anteriores. Desde el hombre de las cavernas, hasta los piratas.
Todos llevamos impresa la tendencia a contemplar y a dejarse llevar por el encanto y la sensualidad del espacio.
Mirando como buscando, mirando como preguntando…mirando como esperando. Un Dios enorme e infinito. Lleno de posibilidades, lleno de misterios.
Miro las estrellas y me confieso. Peno.
Cielo infinito, punto de encuentro de los seres de la tierra. Denominador común para aquellos que lo contemplan, ricos o pobres, rojos o negros.

Pluralidad. Encuentro. Tal vez las estrellas representen un todo, un vínculo que revive cada vez que miro al cielo y sé que otro ser lo mira también desde otro punto de la tierra, desde otra estrella. Cielo unificador. Todo lo abarca.
Mirar las estrellas. Miedo y tranquilidad. Cuando miro el cielo de noche, panza arriba y con las manos detrás de la nuca, siempre pienso la misma cosa…


Victoria.

viernes, 1 de enero de 2010

Año nuevo?

Sin menos coetes y mas panza. Con mas turrón y menos esperanza.Sin tanto vino, con mucha espera desesperada. Este año nuevo me sorprendió con calma y paz. Lejos de los locos sentimientos de ansiedad y alegría frenética, éste 31 me encontró mansa y serena como quien no espera nada de alguien. Pensando en la velocidad de los acontecimientos, lo fugaz del momento -sin olvidarme de las primaveras y sus mariposas - me detengo un instante cerca de las 12 y pienso :"que hermosa noche, una luna llena y un cielo repleto de estrellas, las personas que amo... ojalá pudiera recordar todas las noches que los regalos están siempre, son presentes y te aguardan, y que sólo la mirada del que ama profundamete puede verlos. En definitiva, es la única verdad, la única luz y el motor que impulsa nuestro caminar."
Otro año comienza, o algo nuevo comienza, o nuevas esperanzas florecen...jajaja, todas las mañanas comienza una historia nueva!! Estoy un poco confundida.Nose bien como teminar esta entrada, a medida que escribo voy cambiando de opinión acerca de lo que pensé 2 segundos atrás!
En fín, año nuevo, día nuevo, hora nueva o segundo nuevo...deseo para todos mucha conciencia, mucho amor y verdad y por sobre todas las cosas mucha valentía para encarar la vida y seguir en la lucha.

Victoria.